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Ensayo: El Sociópata intangible-Intelectual
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Ensayo: La criminología y su aplicación en la Vigilancia y Seguridad Privada, con base en teoría de: Aristocles-Platón
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Acerca de las clases

Control de Emociones.-

Preparación para personal de seguridad y protección en lo práctico, técnico y táctico.

 

¿Qué son las emociones?

Presentación. 

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuándo percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante. Psicológicamente las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria. Los sentimientos son el resultado de las emociones, son más duraderos en el tiempo y pueden ser verbalizados (palabras). Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del SNA (Sistema Nervioso Autónomo) y la del sistema endocrino, pudiendo tener como fin, el establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo. Los diversos estados emocionales son causados por la liberación de neurotransmisores o neuromediadores u hormonas, que luego convierten estas emociones en sentimientos y finalmente en lenguaje. Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito de influencias innatas y aprendidas. Poseen ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas (Levenson, 1994).

Publicación de Wikipedia

 

Definición. 

Las emociones son reacciones y expresiones naturales que el ser humano manifiesta, que permiten ponernos en alerta ante determinadas situaciones que implican: riesgo, peligro, amenaza, frustración, etc. Los componentes centrales de las emociones son las reacciones fisiológicas (incremento de la tasa cardiaca y de la respiración, tensión muscular, etc.) y los pensamientos. Es necesario adquirir ciertas habilidades para controlar las emociones ya qué una intensidad excesiva puede hacer que las personas las vivan como estados desagradables o les lleven a realizar conductas indeseables.

En las emociones humanas y según la situación, entran en juego cuatro aspectos:

  • Una situación concreta.
  • Una serie de reacciones fisiológicas específicas o sensaciones (aceleración del pulso y de la respiración, tensión muscular, etc.).
  • Pensamientos determinados, predictor de lo que posiblemente sucederá.
  • Respuestas concretas, apropiadas para esa situación (acción vs. reacción)

La ansiedad y la ira son reacciones naturales y positivas para ponernos en alerta ante determinadas situaciones que son consideradas como peligrosas. Pero también pueden ser emociones negativas que no funcionan como debieran, activándose ante estímulos inofensivos, provocando malestar y conductas inadecuadas. Conocer, comprender, admitir y enfrentar las emociones es el procedimiento para poder controlarlas.

La ansiedad. 

La ansiedad es una de esas emociones que hay que entender, para saber manejar y/o dominar, son vividas como desagradables y pueden provocar respuestas y/o conductas inapropiadas, especialmente cuando se producen ante contextos sociales ejemplo: manifestaciones sociales o ante situaciones que no entrañan ningún peligro (subir en ascensor o navegar en el mar sin saber nadar, etc.).

La ansiedad consiste en un conjunto de sentimientos de miedo, inquietud, tensión, preocupación e inseguridad que experimentamos ante situaciones que consideramos amenazantes, invasivas (tanto físicas, como psicológicas). Esto es, la “ansiedad”, incluye los siguientes componentes:

  • Los pensamientos y las imágenes mentales atemorizantes (cognitivo)
  • Las sensaciones físicas que se producen cuando estamos nerviosos o furiosos. (fisiológico).
  • Los comportamientos que son la consecuencia de la respuesta de ansiedad (conductual).

 La ira. 

La ira es otra emoción que puede ser problemática. La ira hace referencia a un conjunto particular de sentimientos que incluyen el enfado, la irritación, la rabia, el enojo, etc. y que suele aparecer ante una situación en la que no conseguimos lo que deseamos. Las reacciones fisiológicas ante la ira son similares a las que se producen ante la ansiedad; lo que diferencia a una de la otra es el tipo de situaciones que las provocan, los pensamientos que se producen en esas situaciones y las conductas que se desencadenan.

La autoría: Ángel Antonio Marcuello García.

Cómo controlar la ansiedad y la ira. 

Los seres humanos vivimos tanto la ansiedad como la ira de forma negativa y respondemos de una manera inadecuada ante ellas. El instinto de supervivencia aflora al sentirnos presionados, amenazados, acorralados, etc. y buscamos formas específicas para eliminar las emociones negativas.

Los médico y especialistas recomiendan

  • Hacer deporte, meditar, hacer ejercicios de respiración.
  • Evitar negativas o inadecuadas de eliminar emociones.
  • Evitar fumar, beber alcohol, responder de manera agresiva.

Las conductas inadecuadas a menudo tienen consecuencias negativas.

Todo lo que es real para los seres orgánicos se debe a las emociones que sienten de acuerdo al como lo está interpretando su cerebro en cualquier instante. Por ejemplo, dos hermanos bajo la misma información parental interpretan de diferente manera la realidad de un evento adverso, como una enfermedad o una crisis económica.

A pesar de manejar los mismos argumentos ante la vida, el cerebro de cada uno generó su propio punto de vista. Esto es lo que nos hace únicos e irrepetibles ante la vida.

Si observamos, las emociones son las que determinan qué es lo real o verdadero para nosotros, y si somos capaces de tener control emocional, podemos tener control sobre la realidad. Es de mucha importancia para el control emocional NO reprimir o ahogar nuestros sentimientos respecto a las cosas, pero sí, ser intuitivo para regular nuestros estados de ánimo y mejor aún, cambiarlos favorablemente.

El control emocional es muy importante aplicarlo de forma urgente en la vida de cada persona pues nuestras emociones son las que finalmente determinan nuestras decisiones y actuar en los diferentes eventos. Cuando tomamos mejores decisiones, vamos a obtener mejores resultados, provocando una vida de bienestar gracias al control emocional. Es por esta razón que el control emocional debe ser algo primario en nuestra vida. La única forma de aprender a controlar las emociones es practicando a diario, enfrentándonos a ellas y reconociéndolas. La mayoría de seres humanos han aprendido a reaccionar ante los eventos y esto hace que nuestras emociones trabajen de acuerdo a reacciones y que estas sean relacionales, objetivas y en apego a la realidad y circunstancias.

Todas las personas que realizan actividades en las cuales estén presentes riesgos, peligros o amenazas para sí mismo o a los demás, debe tener muy presente que será muy compleja la solución de cualquier situación, si sus emociones están presentes de forma negativas, el íntimo de sobrevivencia de los seres humanos, aflorará ante cualquier situación que atente a nuestra integridad. Si bien son las emociones son las que nos hacen estar alerta, son las mismas emociones las que pueden llevar a un resultado negativo, de ahí que la persona que realice actividad en la cual el peligro este presente, debe saber contar sus emociones y canalizarlas de forma positivas.

¿Qué significa fracasar?

El miedo al fracaso desde la Psicología

Para algunas personas fracasar supone algo irreparable, imperdonable, un resultado que no se pueden permitir. Desde esta perspectiva, la presión por evitar el fracaso podría llevar a dejar de actuar, dejar de hacer lo que se tiene que hacer, y es esta presión la que, para muchos los lleva a fracasar.

Las emociones generan una visión determinante del concepto de fracaso, limitan nuestra capacidad de afrontar las metas propuestas, e implica que la persona tenga la creencia de que no puede, que algo negativo pasará y es gestado por el predominio de sus emociones, y fracasará.

El miedo al fracaso está en gran parte condicionado por tres factores:

  • La interpretaciónque realizamos de la situación (criterio situacional).
  • La anticipaciónque haremos y como lo haremos (desconfianza en sí mismo).
  • La valoraciónque hacemos y sus resultados (predicción negativa).

Podemos evitar exponernos a determinadas situaciones porque realizamos una valoración de la situación irreal, exagerada o desajustada, y no valoramos nuestro potencial y la capacidad de hacer lo que nos propongamos y que triunfaremos.

La ansiedad, es un mecanismo que nos permite ponernos en estado de alerta ante un peligro, pero en ocasiones este mecanismo falla y se convierte en una respuesta desadaptativa, al activarse sin que haya un motivo real para hacerlo.

Es realizar una interpretación imprecisa de una situación y nos podría llevar a que el riesgo o peligro es excesivo y que no estamos en disposición de afrontarlo, cuando es una simple mala interpretación y evidente carencia de un criterio situacional.

También, en ocasiones amplificamos las posibles consecuencias de cometer un error al enfrentarnos a la situación que nos exige, anticipándonos a los resultados y haciendo previsiones con una visión catastrofista y negativa; aplicamos el dicho popular de “piensa mal y acertarás”.

Por último, pensamos que tener éxito o fracasar nos define como personas, confundiendo “tener un fracaso” con ser un “fracasado”, y caemos en una simplificación que reduce la riqueza y complejidad de la persona.

La diferencia entre el concepto de fracaso y el de error, tiene un significado distinto. Pero lo importante no es la definición de uno u otro término, sino lo que representan en relación a nuestros pensamientos, conducta y emociones.

Todos cometemos errores y es normal, mientras el error no sea repetitivo, de ser así, deja de ser normal para ser un patrón conductual, evidencia de las personas que temen irracionalmente a salir de su zona de confort. En pocas ocasiones disponemos de todos los datos sobre los factores y elementos que intervienen en una situación, de tal modo que, lo único que podemos hacer al afrontarla, es tomar una decisión a partir de la información de la que disponemos (criterio situacional).

El concepto de fracaso, desde punto de vista práctico en diario vivir, es más definitivo, supone haber perdido la esperanza de ser capaz de afrontar una meta, pero los seres humanos somos entes evolutivos: Nacemos, crecemos, nos desarrollarnos, nos multiplicamos, y morimos. Entiéndase que el temor siempre estará, pues es parte de nosotros, es lo que nos pone atentos a todo, pero si no se lo controla nos llevará al fracaso.

Un conocido proverbio dice que “el mayor fracaso es no haberlo intentado”.

La conductas y emociones desadaptivas, se encuentran en lo que denominamos errores, son distorsiones cognitivas que también tras el miedo al fracaso podemos identificar:

  • Adivinar el futuro.Hacer predicciones negativas sobre el futuro, muchas veces como respuesta a una intolerancia a lo que se sabe o advierte que pasariá . “Para que voy a realizar la presentación si por los nervios no podré hablar”.
  • Pensamiento en blanco o negro.Ver las cosas en términos dicotómicos: verdadero o falso, feliz o infeliz, mal o bien, “En algún momento voy a trabarme al hablar, y será un desastre de presentación”.
  • Exageración. Dar importancia desmesurada a los aspectos negativos (reales o no) que ocurren o a sus consecuencias. “Verán que no se realizar una presentación y me despedirán”.
  • Etiquetación. Confundir la parte con el todo. Realizar una valoración estereotipada y simplificadora. “Verán que titubeo al hablar en la presentación y se darán cuenta que soy un desastre como profesional”.

Temor al fracaso, temor a que la demás vean la derrota, la vergüenza a equivocarse o la presión de un tercero a la realización de algo que no querías hacer, provocan una respuesta cognitiva como mecanismo de protección y sobrevivencia. Ejemplo, “si me equivoqué, fue por tu culpa”. Es evidente la naturalidad de estas respuestas, pero al haber una constante de las mismas, significa que esta determinó un patrón conductual de respuesta mecánica al sentirse en apremio o presionado.

Temor a la muerte. 

Algunos psicólogos afirman que muchas personas están fuertemente motivadas por esa ansiedad a que su propia vida acabe. Pensar en el funeral de una persona cercana o la simple idea de que ocurra puede ser un sentimiento incómodo, pero cuando se transforma en ataques de pánico o ansiedad y afecta a tu vida significa que tienes tanatofobia.

Todavía se suele creer que ser racional es incompatible con ser emocional, pero tener miedo a menudo puede ser bastante razonable. Imaginar que hay un desastre natural, es normal pensar en los daños y lo que puede sucederte por ello. Todos estos comportamientos que tenemos ante la muerte tienen una explicación científica, que se halla en nuestro cerebro.

Somos muy complejos, nuestro cerebro es el único con capacidad de abstracción y de asimilación de que hay un pasado, un presente y un futuro incierto. También hay otros aspectos relacionados que vale la pena temer, como la enfermedad, la discapacidad y la angustia de las personas que se preocupan por ti. Gracias a reconocer las emociones, a nuestro nivel de autoconciencia y miedo, el ser humano es el único que puede concebir la muerte y preguntarse diferentes cuestiones.

La neurociencia cognitiva está desarrollando experimentos y teorías que apoyan la afirmación de que la identificación de la mente y el cerebro proporciona una mejor explicación de las capacidades de las personas para percibir, razonar el lenguaje e incluso la conciencia.

Nuestra cabeza la compone solo el cerebro y dentro de él, millones de neuronas, la mente experimenta sufrimientos coaccionado por las emociones, pero el órgano deja de funcionar en el momento de la muerte, es decir que la premonición de la muerte y su temprano temor es llevada por la estimulación negativa de las emociones. También existen mecanismos neurológicos que nos obligan a creer en que hay algo después de morir. Lo complejo es la aceptación a lo que por de facto esta o a lo que se presente, pero el ser humano, muchas veces llevado por una creencia, religión o credo experimenta en su mente la posibilidad de una “salvación, perdón y/o sanación” Somos seres narrativos y tendemos a inventar historias que justifiquen el comportamiento que tenemos.

Ansiedad. 

Muchos investigadores han concluido en la expresión “ansiedad ante la muerte” para explicar el temor que la muerte inspira. Sigue siendo un tema en el que la inmensa mayoría de las personas prefiere no pensar, aunque sepamos que es irremediable. La vida humana es muy frágil “cada día mueren y nacen personas” y esto es parte de la vida.  La ciencia no puede dar una respuesta que explique a satisfacción lo que pasaría o pasa dentro de la cabeza de un ser humano, aunque la mayoría de las funciones corporales se pueden explicar en términos científicos.

Introducción. 

Esta materia está diseñada para que, mediante actividades subacuáticas, y técnicas de autocontrol ejecutadas de forma progresiva y en varias etapas, los participantes identifiquen y enfoquen sus emociones hacia un control y dominio de las mismas, para desarrollar técnicas y hasta estrategias de enfoque, y no tener afectación negativa de su inteligencia emocional ante la simulación de apremio, angustia, desesperación, temores y estrés situacional.

Objetivo general. 

Todo elemento de seguridad pública o privada, por la naturaleza de sus actividades, funciones, misiones y hasta por eventos circunstanciales, se puede ver envuelto en situaciones de alto riesgo, por lo cual el objetivo de esta clase apunta a que todos y cada uno de los participantes entiendan, identifiquen y sepan que hacer sin que sus emociones les afecten negativamente el cumplimiento de una misión.

Objetivo especifico.

Se presentarán en la clase de control de emociones la simulación de riesgos y toma de decisiones, por lo cual le participante aprenderá a controlarse ante las emociones negativas y el bajo dominio de la inteligencia emocional, las cuales serían:

  • Evaluación de la magnitud del problema.
  • Ejercer el máximo control posible de sí mismo y su entorno.
  • Recopilar toda la información posible para rápidamente evaluarla.
  • No aislarse o rendirse sin haber intentado todas las opciones de solución.
  • Establecer metas mediatas ajustadas a las circunstancias que se presenten.
  • Aceptar el hecho de que la reacción tomada, es el único acto que puede controlar
  • Cuidar de sí mismo en primera instancia para ayudar a otros.
  • Pedir ayuda a otros cuando las circunstancias escapen de la acción y dominio propio.
  • No dejar o, evitar que las crisis se multipliquen a pesar de la gravedad presentada.

Procedimiento. 

La clase empieza con la socialización de la materia y objetivos de la misma, para a continuación relazar ejercicios de estiramiento, relajamiento muscular y ejercicios respiratorios, a continuación, actividades físicas acorde a las dinámicas subacuáticas a realizar y determinar la capacidad del participante.

A los participantes se les enseña las técnicas de autorescate, técnicas para evitar el taponamiento de oído por la presión en el agua, técnicas flotación y de sumersión controlada.

Una vez dominada esta etapa por los participantes, se les enseña las técnicas de control de presión a diferentes niveles de la profundidad de la piscina, con dinámicas y simulaciones cognitivas, la cuales aumentaran en presión psicológica por la simulación de peligro, a través de dinámicas y juego de la inteligencia emocional del participante, hasta evidenciar control de sus respuestas cognitivas para que luego domine sus emociones.

El participante que haya completado las 3 fases del adiestramiento de control de emociones en forma continua, tendrá la capacidad de respuesta ante situaciones de apremio, con normas de seguridad reaccionando según las circunstancias, pero para salir de la misma sin consecuencias negativas o de darse tales, sean las mínimas posibles. Evidenciando así, el dominio de su inteligencia emocional y control de emociones.

Desarrolladores de la materia, contenido y dinámicas. 

  • Alejandro Peñafiel Ramírez MSc. / Divemaster Scuba
  • Ricardo Nuques Cabezas / Rescue Scuba Diver